Historia

Erase una vez:

la Claudia, una jovial doncella en edad de merecer; desflorada en esta ¿inmaculada? Villa por el dueño de una hermosa y famosa pizzería al lado del mar. Tan encantada quedó con su desflorador, el joven pizzero llamado Claudio, que decidió superarse a sí misma y hacerle la competencia montando un hermoso chiringuito en la parte alta del pueblo para que las parejitas pudieran refugiarse en él y seguir sus pasos; sobarse hasta el delirio en un pequeño y maravilloso balcón iluminado por la mismísima luna. Para que recuperaran el resuello después de tanta excitación, ella misma les elaboraba exquisitos manjares de secretas recetas y les deleitaba con dulces melodías.

Restaurante La Claudia | Altea | Casco Antiguo

Tal fue el revuelo que la Claudia montó, que la noticia corrió como la pólvora, y gentes y gentes ávidos de experimentar llegaban a este hermoso paraje desde los más recónditos lugares para embriagarse de sensaciones desconocidas.

La Claudia, un acogedor restaurante, con un moderno ambiente y una cocina donde prima el sabor con productos de inmejorable calidad.

De repente, un buen día ella desapareció, dejando sus secretas recetas, sus dulces melodías, su fama y sus clientes, pues todos aquellos que la conocieron siguen viniendo hasta hoy.

Y nosotros que no teníamos velas en aquel entierro, acabamos ¿milagrosamente? al frente del negocio. Así que si tenéis alguna información sobre ella os rogamos que vengáis, disfrutéis de la comida…¡y no nos lo digáis!.

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